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¿Y quién dijo que los pequeñitos no pueden asustar?
¿Qué son los Ghoulies?
Estos diminutos seres son otras de las creaciones del señor Charles Band (de quien por cierto ya hablé en la reseña de Dr. Mordrid). Pero su diminuto tamaño no debe engañarte, ya que son seres capaces de cosas horribles. Empezando por su origen, se trata de pequeños demonios que pueden ser invocados a nuestro plano por poderosos hechiceros que buscan alcanzar los poderes de las tinieblas y no se detienen ante nada para satisfacer sus apetitos, que generalmente tienen que ver con asesinar personas.
Hasta ahora se han hecho tres películas (3) basadas en estos personajes. De las cuales las dos primeras son las más memorables (digamos que tuvo el efecto Chucky). Como toda buena película de terror ochentera viene con su buena dotación de títeres, escenas de sexo que van de la mano con su manada de adolescentes salvajes que sólo quieren reventarse, algunos efectos chafas (malos) y una que otra tonada memorable que le da identidad a la fórmula. En la primera película se nos muestra la historia de un poderoso mago negro llamado Nathan Graves quien estaba a punto de realizar un sacrificio humano con un bebé muy pequeño (quien resultó ser su hijo), pero no puede degollarlo debido a que llevaba un amuleto que lo protegía, por lo tanto, para continuar con el ritual, la madre del pequeño debe tomar su lugar y el niño sería retirado por uno de los participantes del culto. Años más tarde, cuando el padre muere en un horrible accidente, la casa pasa a ser propiedad del ahora crecido hijo, convertido adolescente universitario. Ahora, con su nueva propiedad, el chico lleva a su novia para comenzar a vivir juntos en el lugar. Todo va de maravilla hasta que descubre un libro, que era el diario de su papá en donde explica muchas cosas de sus bastas habilidades, incluidos los rituales que le dieron todo el poder a su finado progenitor. Mostrando una conducta cada vez más extraña y una marcada obsesión por los libros de magia negra. El muchacho adquiere conocimiento y habilidades poderosas. Incluso, la capacidad de invocar y dominar a seres infernales, es decir, a los Ghoulies, quienes harán destrozos a discreción y al final mostrarán que su lealtad se encuentra con otro amo, ¿quién será esta entidad tan poderosa que los controla?, ¿podrán vencerlos, derrotarlos o destruirlos? La segunda parte nos muestra que estos pequeños seres sobrevivieron a los hechos de la primera y que estaban siendo perseguidos por un grupo de sacerdotes católicos para ser destruirlos de manera definitiva. Finalmente, los padres fracasan en su misión y estas criaturas se esconden en una feria, más específicamente en la casa de los espantos. Ahí, un anciano mago que se jactaba de sus habilidades y encantos realiza por accidente uno de sus hechizos por lo que él cree que trae a los pequeños demonios a nuestro plano comenzando su carrera de masacre y muerte entre los humanos. La tercera es ya todo risas y comedia, ya que todo se desarrolla dentro de una universidad. Y, tal como indiqué al principio, tuvo el efecto Chucky, ya que sus primeras dos partes tenían el tono tenebroso y tétrico que ponía los pelos de punta al espectador, pero, a partir de la tercera secuela fue sustituido casi totalmente por humor negro, risas y diversión dejando el terror en un segundo o hasta tercer plano. Pues lo que ocurrió en este filme, desgraciadamente. |
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Mi veredicto final: |
Ghoulies es un concepto que pasa en los anales oscuros de la historia. El público general no los recuerda tanto como otros similares (como los Gremlins) que gustaron más a la audiencia y dejaron una huella innegable, más con la segunda película que se convirtió en una especie de “horror familiar”. Pero estos no tuvieron tal suerte, ya que aunque en la segunda parte rebajaron mucho su contenido y lo oscuro de su argumento, como que no los ayudó tanto para “calar en el público.”
Hay que reconocer que el argumento de la primera parte es maravilloso, desde la manera en que se presenta hasta la forma en que se van resolviendo todos los problemas de la trama principal. Por supuesto, aunque la segunda está muy rebajada tiene ese aspecto lineal y bien estructurado de la primera parte. Lo que le da muy buenos méritos. Sus efectos, aunque son de una película independiente (recordemos que al señor Charles Band le encanta hacer este tipo de cine) son muy buenos, aunque, a veces se escapa uno que otro detalle que desmerece. La música es bastante buena y es capaz de dar una identidad al proyecto. De hecho, es compuesta por Richard Band (así es, hermano de Charles). Recomendable sólo si no te asustas o sorprendes fácilmente o no eres un persignado, ya que contienen muchas cosas que podrían causar repulsión si cubres cualquiera de los dos perfiles. |